la historia de los nudos

 

 

Mi abuela fue quien me enseñó a hacer crochet, nunca lo había pensado pero creo que todo esto es gracias a ella por supuesto. Desde entonces, las manualidades y el diseño se han convertido en parte importante y creativa de mi vida.

Con el tiempo, descubrí el trapillo, un material que me fascinó no solo por su textura y versatilidad, sino también por su origen sostenible: el trapillo que yo utilizo proviene de los restos de fábricas textiles de Portugal, lo que me permite reutilizar materiales y darles una nueva vida.

Así comencé a diseñar bolsos hechos completamente a mano, cada uno con su propio carácter y personalidad.

El material principal es tirela que viene directamente de las fábricas portuguesas, aunque cuando no encuentro el color que imagino, recorro mercerías y bazares locales en busca de nuevas tonalidades que inspiren mis creaciones

Más que una técnica, para mí el crochet es una forma de expresar una filosofía de vida: menos es más, valorar lo hecho con las manos, utilizando con calma el tiempo necesario para desarrollar un trabajo, apostar por la autenticidad y no seguir los cánones establecidos.

Me gusta pensar que cada bolso refleja una manera de ser, una personalidad propia. Y transmite la idea de tomarse la vida con alegría y diversión.

Cada bolso está hecho completamente a mano, con atención al detalle y respeto por los procesos lentos. No busco seguir tendencias, sino celebrar la autenticidad.

Más que accesorios, siento que mis bolsos son pequeñas obras que invitan a disfrutar del tiempo y a llevar contigo una pieza con alma.

Para mí, llevar un nudos es un grito de alegría a la vida, me gusta sentirlo así y compartirlo.

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